Atravesamos una etapa de cambios radicales en todos los planos. Se avecinan tiempos duros y seguramente turbulentos. Nos debemos un trabajo profundo de comprensión acerca de lo que significa la decisión popular mayoritaria expresada en las urnas. Expandir nuestra capacidad de escucha, creatividad y una renovación conceptual que abone nuevas formas de organización para la acción gremial y política. Es enorme lo que -aun en este escenario crítico- debemos cuidar y defender para proyectar nuestro destino común.
(Plenario del FAB realizado en Córdoba, 24/11/23)
El avance de la ultraderecha: “shock” recesivo y regresivo
En el balotaje se impuso una fuerza de ultraderecha que ha sabido convertir el malestar social en representación política proponiendo un estado reducido al monopolio de la violencia para garantizar un único derecho: la propiedad privada. Con un programa que, en nombre de la libertad, apunta a destruir los pilares de la justicia social, la soberanía nacional y la convivencia democrática.
Más allá del sorprendente pragmatismo con que el presidente electo teje alianzas, abandona -o posterga- propuestas de campaña y cambia de parecer sobre temas sustantivos, el paquete de medidas anunciado esta semana ratifica la orientación general de la gestión entrante: un ajuste ortodoxo recesivo y regresivo, que abre las puertas a la hiperinflación y al desempleo. Un programa de shock que expresa la decisión de hacer recaer el costo del acuerdo con el FMI sobre las espaldas de nuestro pueblo.
Una amenaza sobre el sistema universitario
¿Y qué pasa con las universidades? Si bien aún no hubo anuncios específicos, la reversión de la última modificación del impuesto a las ganancias, la paralización de la obra pública y la brutal devaluación del peso (anunciados esta semana) representan un duro golpe al bolsillo de las y los trabajadores, docentes incluidos, y para el sistema universitario en su conjunto. Además hay fuertes indicios de que se congelarán los recursos destinados a las universidades. La orientación mercantilista y privatizadora del discurso oficial permite avizorar el resto.
En este marco, el plenario de Junta Ejecutiva y Cuerpo de Delegados y Delegadas de ADIUC, realizado el martes pasado, definió como prioridades: proteger el trabajo docente, especialmente en aquellas situaciones de mayor precariedad; fortalecer las políticas de acompañamiento a los afiliados y afiliadas afectadas por las medidas económicas; impulsar y sostener espacios de diálogo con las autoridades de las Facultades y de la UNC para compartir información, lecturas y acciones conjuntas.
Asimismo, en un escenario de creciente hostilidad hacia las organizaciones sociales, sindicales y políticas, es central apostar al fortalecimiento de las redes intersindicales y de nuestras herramientas gremiales.
Reconstruir desde abajo: una doble tarea
Frente al aislamiento y el individualismo, tenemos una tarea fundamental de reconstrucción de la trama social, desde abajo y creando horizontes, acompañando y conteniendo a cada docente, trabajador/a, estudiante, científico/a e investigador/a golpeado/a por el ajuste. El Cuerpo de Delegados/as tiene allí un lugar estratégico, vehiculizando respuestas colectivas a las múltiples dificultades que nos esperan.
Nos debemos a una tarea doble, que tendrá formas y velocidades distintas, articuladas en la práctica. Por un lado, necesitamos ensanchar y actualizar nuestra mirada y capacidad de comprensión de lo que está sucediendo apuntando, entre otras cosas, a concebir nuevas formas de organización, representación y acción. Por otra parte, debemos estar atentos a las formas concretas que va asumiendo esta nueva ola neoliberal, reconectar con la experiencia de cada compañero/a, y ofrecer respuestas colectivas.
Debates de fondo y respuestas concretas a las afrentas cotidianas. Ambas exigen maximizar nuestra capacidad de escucha, comprensión y creación. Ambas implican una apuesta por el sostenimiento, la creación y el fortalecimiento de espacios en los que procesar colectivamente este presente crítico, incierto y doloroso, dentro de cada organización y entre organizaciones, tramando redes para la construcción de agendas y horizontes compartidos.
Por último, el plenario de cuerpos orgánicos de adiuc definió convocar al Congreso 2024 de adiuc en febrero del año próximo.