El pasado 9 de Septiembre en la reunión Paritaria Nacional Docente se acordó entre el Ministerio de Educación de la Nación y la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) el Programa de Compra de Computadoras para Docentes. La misma significó una línea de créditos a tasa preferencial con el apoyo del Banco Nación para la adquisición de equipos informáticos.
Del análisis de precalificación crediticia efectuado por el Banco Nación surgieron los siguientes datos:
- 19.356 docentes tienen antecedentes desfavorables en el sistema financiero (no califican con los estándares del BCRA).
- 10.698 docentes tienen afectado más del 30% de su salario con otros créditos.
- 17.245 docentes exceden la edad máxima a la finalización del crédito.
- 9.716 docentes perciben menos de un SMVM (el Programa exige cuatro SMVM como mínimo)
Lo primero a señalar es que resulta inaceptable que se rechacen solicitudes usando los criterios “estándar” del BCRA para créditos. Este programa no se inscribe, bajo ningún punto de vista, en un crédito estándar, resulta más bien una “ayuda” para comprar herramientas de trabajo que deberían ser provistas por el Estado.
Cabe resaltar que las y los Docentes rechazados por la causal del punto 3 constituye una situación de discriminación y desconocimiento de las particularidades de nuestro sector donde muchos Docentes trabajan hasta los 70 años, así mismo las y los Docentes rechazados por la causal del punto 4 significa un no reconocimiento al estado del Sistema Universitario, el cual es sostenido sobre la base de dedicaciones simples.
De las consultas y comentarios que nos llegaron por parte de Docentes de la UNC surgió que quienes no han podido completar el trámite o su solicitud fue rechazada, desconocen las razones y no existe posibilidad alguna de realizar consultas a la entidad bancaria. Y quienes lograron acceder al mismo, han obtenido nula información y una demora excesiva en la confirmación de la obtención de una herramienta de trabajo. Actualmente han comenzado a ratificar vía telefónica a las y los Docentes la adquisición del préstamo, sin certezas sobre la fecha en que se podrá disponer de los equipos tecnológicos.
La suma de estos datos nos deja, una vez más, en una situación muy preocupante que creemos necesario dar a conocer. En primer lugar, no podemos dejar de decir y repetir que la computadora es una herramienta de trabajo y, como tal debe ser provista por los empleadores (Art. 20 del CCT). El Programa de Créditos se constituyó como la respuesta a esta demanda, pero debemos decir que, aún dentro de su lógica en la que las y los trabajadores pagamos por nuestra herramienta, no ha sido una respuesta satisfactoria. Ya que de un total de aproximadamente 160.000 docentes en el sistema universitario, casi 60.000 han sido rechazados, es decir, más del 35%. A su vez, el plazo de la obtención de un dispositivo indispensable para nuestro trabajo cotidiano se constituye en una incertidumbre absoluta. A nadie se le escapa que esto sucede en un contexto en el que los salarios han perdido poder adquisitivo, y en el que muchas de nuestras demandas por condiciones de trabajo continúan sin una respuesta.
Por estas razones continuaremos con los reclamos correspondientes en relación a los créditos rechazados, y solicitando a la Universidad Nacional de Córdoba su intermediación a los fines de agilizar y realizar las gestiones necesarias en búsqueda de urgentes soluciones.