Pensar qué política científica deseamos implica preguntarnos qué ciencia queremos, en el marco de qué instituciones, con qué propósitos y, en este sentido, qué tipo de agenda de conocimiento necesitamos producir. En efecto: ¿Qué papel activo deberían jugar las distintas instituciones y actores – el Estado, los gremios, las asociaciones empresariales, la ciudadanía- en relación a la producción y la acumulación de conocimiento? ¿Desde qué lógicas deberían articularse la producción científica, la incorporación de tecnología y el compromiso con un sistema productivo más justo y sostenible? ¿Qué paradigma de producción de saberes podemos idear, asumiendo la vinculación entre política y producción cognoscitiva?

En línea con estos interrogantes, avanzaremos en la discusión en torno a los principales efectos de las recientes políticas de vaciamiento, desestructuración y degradación de la práctica científica y las instituciones públicas en que ésta se desarrolla en nuestro país. Así, habiendo construido acuerdos en torno a lo que será la herencia de los cuatro años del gobierno de Cambiemos para el campo científico argentino, buscaremos delinear ejes programáticos de acción para la (re) construcción de lógicas de producción de conocimiento capaces de erigir a la investigación y la producción de saber como herramientas clave para la consolidación de la democracia y la soberanía nacional.