La paritaria nacional tuvo un rol fundamental en la composición del salario tal como lo conocimos la última década. Fruto de sucesivas negociaciones se fue avanzando en el blanqueo, la unificación de conceptos y, principalmente, la implementación de nomencladores que permiten unificar los criterios a nivel nacional y definir relaciones claras entre jerarquías, responsabilidades y dedicaciones.
Como parte de este proceso, en septiembre de 2015 se había llegado a recuperar para el salario real el valor histórico de 1987. Pero la devaluación de finales de 2015 y principios de 2016, y la elevada inflación del año 2018, que aún persiste, afectaron de manera significativa el salario.